Normalización de bases y geocodificación

El proceso de normalización consiste en asignar a cada dirección un nombre de calle estándar para todo la base. Es decir, si tenemos registros que se refieren a la misma calle pero con nombres distintos (Av. del Libertador, Del Libertador Avenida, Libertador, Libertador Av), al normalizar, se asigna un nombre único (Del Libertador Av.).

La geocodificación consiste en asignar a cada dirección sus coordenadas geográficas reales (latitud y longitud), con el fin de crear una capa temática de puntos que puede ser superpuesta a un plano digital. El resultado es de gran utilidad para fines de sectorización de distribución y ventas, cálculo de rutas óptimas y estadística. Agregando capas adicionales que reflejan la ubicación de centros de salud, sucursales, farmacias, rutas de transporte público o datos socioeconómicos de la población, se obtiene una poderosa herramienta para el análisis del mercado.

La geocodificacón puede realizarse a distintos niveles de precisión geográfica. Por ejemplo la criticidad de algunas aplicaciones de un GIS para la gestión de una red de gas hace imprescindible disponer de la ubicación precisa de los tramos e instalaciones de red. Sin embargo, la delimitación del área de influencia de una sucursal bancaria o una gran superficie no requiere conocer con tanta precisión la ubicación de los clientes. En definitiva el tipo de geocodificación y las características de la base cartográfica de referencia a emplear dependen de la naturaleza de cada aplicación.

Para normalizar y geocodificar los registros de una tabla o archivo es conveniente que los campos relativos a su localización estén expresados según la codificación de tipo de arteria (calle, avenida, pasaje), nombre de la misma y número de la propiedad asignado por la dirección de catastro competente.

El normalizar y geocodificar la base de datos conlleva una serie de pasos. En un primer paso automatizado, nuestro sistema lee las direcciones reconociendo la dirección y separándola en calle y número. Compara nombres de calles con los registrados en nuestra base de datos y asigna nombres estandarizados.
En un segundo paso, se procesan en forma semiautomática y/o manula las direcciones rechazadas, y se separan las inválidas o incompletas.
Las direcciones normalizadas están aptas para el proceso de geocodificación (asignación de coordenadas geográficas para la ubicación en un plano digital).